Tom Pidcock terminó décimo en la carrera en ruta del Campeonato Mundial de Ciclismo UCI en Ruanda, en lo que él mismo calificó como "la carrera más dura del año". El británico, recién llegado del podio de la Vuelta a España, tuvo una jornada llena de altibajos en la extenuante carrera de 268 km por las calles de Kigali.

"No me sentía muy bien al principio", confesó Pidcock a Cyclingnews. "Luego cogí mi ritmo de carrera, pero al final exploté por completo. Fue pura supervivencia hasta la meta. Fue brutal".

El ciclista de 26 años tuvo un momento brillante al encontrarse en el grupo perseguidor, detrás del ganador Tadej Pogačar, y terminar a 50 segundos del esloveno. "En ese momento, cuando éramos cinco detrás de Tadej, pensé que todo era posible", explicó. "Pero entonces me fallaron las piernas".

A pesar de no lograr el resultado deseado, Pidcock no se mostró especialmente decepcionado: "No me puse ninguna presión. Tenía la Vuelta en mente y llegué aquí de la mejor manera posible. Estaba en la carrera, así que no puedo quejarme si me fallaron las piernas".

El británico, sin embargo, destacó un aspecto positivo, señalando que salió de la Vuelta en su mejor momento en una Gran Vuelta: "Creo que fui el mejor de los que salieron de la Vuelta. En este deporte no se puede tener todo. Lo di todo, como dije, y punto".

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