El ciclista vasco del Soudal-QuickStep se muestra optimista con su recuperación y espera estar en la salida de la carrera española en agosto.
Dos semanas después de romperse la espalda durante el Giro de Italia 2025, el todoterreno vasco Mikel Landa se muestra optimista de cara a su participación en la última Gran Vuelta de la temporada, la Vuelta a España.
El veterano del Soudal-QuickStep se vio obligado a retirarse durante la primera etapa del Giro debido a una fractura de columna que frustró sus esperanzas de repetir los podios que consiguió en 2022 y 2015. Si bien participar en el Tour de Francia, otro gran objetivo para 2025, parece muy improbable dada la gravedad de la lesión, el ciclista de 35 años se mostró mucho más confiado en sus posibilidades de volver a la bicicleta en junio y de estar en la salida de la Vuelta a Turín el 23 de agosto: "Estoy seguro de que podré estar en la Vuelta. Dadas las circunstancias, la fractura fue buena, está estable y todo va bien", declaró Landa a Eurosport. " El dolor disminuye cada día."
El corredor explicó que el corsé le permite caminar y moverse, y que además poco a poco va mejorando mentalmente. La semana que viene tendrá que hacerse una radiografía de control y, si todo va bien, en aproximadamente un mes podrá quitarse la rodillera y empezar a entrenar en los rodillos: « Anímicamente me sentí un poco decaído, porque tenía grandes expectativas para este Giro; estaba en plena forma», confesó. « Había sacrificado la primera parte de la temporada por esta carrera, pero mis sueños de volver al podio y ganar una etapa se esfumaron. Es un proceso de recuperación muy largo y es difícil quedarse quieto. Cuando veo el Giro por televisión, siento envidia».
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