Mathieu van der Poel ha ganado su tercera Paris-Roubaix consecutiva en solitario, igualando el récord de victorias consecutivas de Octave Lapize y Francesco Moser. Pero el triunfo se vio empañado por un grave incidente ocurrido a 33 kilómetros de la meta.

El campeón holandés fue golpeado en la cara por una botella de agua llena, con el logo de Visma-Lease A Bike, arrojada por un espectador en el sector adoquinado de Templeuve. Un gesto que desató la ira del corredor, a pesar de la extraordinaria victoria obtenida con 1:18 de ventaja sobre el campeón del mundo Tadej Pogačar.

"No podemos dejar pasar este episodio", dijo van der Poel tras la meta.

Era una botella de agua llena y me dolió mucho. Si me hubiera dado en la nariz, me la habría roto. Espero que la policía pueda identificar al responsable, porque esto requiere juicio. Es un intento de asesinato.

El corredor del Alpecin-Deceuninck añadió: «Si la UCI no toma medidas, nosotros, como equipo, lo haremos. No arruina la alegría de la victoria, pero no es normal. Era una botella llena, de medio kilo, e iba a 50 km/h. Fue como si me hubieran dado una piedra en la cara».

El director del equipo, Philip Roodhooft, intentó bajar el tono y destacó que estas personas no merecen atención y que no hay que olvidar el agradecimiento de las decenas de miles de aficionados que con razón apoyan a van der Poel y a los otros corredores.

No han pasado ni 24 horas desde el incidente, cuando el autor del peligroso acto se habría presentado ante la policía en Bélgica. Una noticia confirmada por medios locales que recogen las palabras del portavoz de la policía belga: "El hombre que lanzó la botella de agua a Van der Poel expresó su pesar por lo ocurrido".

Foto de ciclismo de velocidad