Cuando el pelotón de la Vuelta a España liderado por Visma-Lease a Bike tomó la curva a la derecha al pie de la última subida a Cerler en la séptima etapa, parecía que el equipo liderado por el gran favorito Jonas Vingegaard estaba a punto de imponer su tradicional ritmo vertiginoso en las subidas, un preludio a un ataque del campeón danés.

En cambio, después de que sus compañeros de equipo Victor Campenaerts, Wilco Kelderman y Ben Turner mantuvieran un ritmo constante durante los primeros 11 kilómetros de la subida, el equipo holandés sorprendentemente optó por un enfoque más conservador.

La situación evolucionó hasta el punto de que el UAE Team Emirates-XRG, al darse cuenta de que Vingegaard y sus compañeros no presionaban, tomó la delantera con Marc Soler y João Almeida. Un ataque posterior de Almeida fue respondido rápidamente por Vingegaard, pero la reticencia del danés a cooperar para distanciar al grupo le indicó que prefería conservar energías para las siguientes etapas, evitando así arrebatarle el maillot rojo demasiado pronto a Torstein Træen (Bahrain Victorious).

"Podríamos haber luchado por la victoria, pero también queríamos conservar energías", explicó Vingegaard tras la meta. "Estamos reservándonos para la segunda y la tercera semana. Será bastante duro allí, así que decidimos no forzar la marcha hoy".

A pesar de no tomar ninguna medida decisiva, Vingegaard avanzó del quinto al segundo lugar en la clasificación general, ahora a 2:33 del líder Træen, mientras que todos los demás corredores de la escapada del jueves quedaron fuera del grupo principal.

Para el equipo Visma-Lease a Bike, cuanto más tiempo mantengan Træen y Bahrain el liderazgo, mejor será para sus planes a largo plazo.