El organismo ciclista defiende los cambios en las reglas sobre material técnico, mientras aumentan las preocupaciones, especialmente en el ciclismo femenino.
La UCI mantiene su posición sobre los recientes cambios regulatorios relacionados con el equipamiento en el ciclismo profesional, a pesar de las crecientes críticas del mundo del ciclismo.
Las nuevas reglas, anunciadas el 12 de junio, exigen que el manillar tenga un ancho mínimo de 400 mm en el borde exterior y 320 mm entre los bordes interiores de las palancas de freno a partir del próximo año. Un comunicado posterior del 17 de junio confirmó que la UCI también probará limitaciones en la relación de transmisión a finales de este año, con el objetivo de reducir las velocidades punta en el pelotón.
Las críticas han sido especialmente fuertes en el ciclismo femenino, donde las ciclistas de menor estatura suelen usar manillares más estrechos. La Alianza de Ciclistas, el sindicato independiente de ciclistas, emitió un comunicado el viernes oponiéndose a la norma, sumándose a las preocupaciones ya expresadas por el Instituto Internacional de Ajuste de Bicicletas (IBFI).
La UCI respondió con un comunicado para aclarar los cambios recientes, reiterando su postura sin abordar las críticas específicas. La UCI subraya que estos cambios forman parte de un enfoque global para garantizar condiciones de competición más seguras y justas, en un contexto caracterizado por rápidos avances tecnológicos y un aumento significativo de la velocidad de las carreras.
En cuanto a las relaciones de transmisión, se realizará una prueba en la segunda mitad de la temporada 2025, con una relación máxima permitida de 54x11, equivalente a 10,46 metros por revolución de la biela. La UCI afirma que las altísimas velocidades que alcanzan los ciclistas hoy en día representan un riesgo para su seguridad.
A pesar de su postura firme sobre las últimas modificaciones, el organismo rector concluyó señalando que todas las reglas están sujetas a una revisión continua, colocando siempre la seguridad y la equidad en el centro de las regulaciones en todas las disciplinas del ciclismo.